viernes, 20 de junio de 2008

Solsticio de verano












Dentro de unas horas llegará el verano. A las dos de la madrugada --GTM+2-- (23.59 h UTC) la primavera recogerá su chaquetilla --que hace unos días que ya llevaba colgando del brazo-- y se irá. Vendrá en cambio el verano, en bañador y con un enorme abanico.

El solsticio de verano, o de junio, que se señala por el paso del Sol por el trópico de Cáncer, da lugar al día más largo del año (para los que estamos en el hemisferio Norte) y, por lo tanto, la noche más corta. El eje de la Tierra apunta al Sol, algo que sólo ocurre dos veces al año (en junio y en diciembre), y todos los que nos encontramos en el hemisferio Norte recibimos más cantidad de radiació solar. Aun así, no será el día más caluroso (aunque parezca mentira, vendrán muchos que lo serán mucho más). Según las previsiones, una primavera tan húmeda como la que hemos tenido dará lugar a temperaturas tórridas este verano, sobre todo en el sur y este peninsular, con temperaturas medias que aumentarán entre 0,5 y 1 grado de las registradas habitualmente en la zona.

El término solsticio proviene del latín (solstitium, -ii) y significa “Sol quieto”, porque durante algunos días da la sensación de que el Sol sale y se pone en el mismo lugar (aunque sólo es eso: una sensación). Además, ayer pudimos ver una luna descomunal (también una ilusión óptica), un fenómeno asociado al solsticio.

Así pues, resígnate: llega el calor, han acabado las clases y comienzan las colas de domingueros en los aparcamientos de las playas. Pero no te preocupes mucho, que esta situación sólo durará dos o tres meses.

Si quieres conocer algunas curiosidades sobre el solsticio de junio y su historia visita Genciencia. No hará que se te pase el calor, pero sí te distraerá un poco.

Archivado en: Ciencia y tecnología y El día D

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