El dicho que segundas partes nunca fueron buenas se ha hecho muy popular en el mundo del cine. Pero, ¿por qué no hay secuelas de comedias románticas? Porque las parejas perfectas del cine, cuando terminan de pasar los créditos, ya han discutido y lo han mandado todo al garete.
Un estudio realizado por la Universidad Heriot-Watt (Edimburgo) ha demostrado que estas películas, con un final feliz e irreal, elevan demasiado el listón y crean unas expectativas completamente inalcanzables en el mundo real. Para ello se analizaron 40 películas estrenadas entre 1995 y 2005, todas ellas muy taquilleras, y se entrevistó a una serie de personas acerca de sus relaciones sentimentales: los aficionados a las comedias románticas no logran, en muchas ocasiones, una comunicación eficaz con su pareja.
Así pues, las comedias románticas son las causantes de tantas rupturas sentimentales. Hay que entender que la relación perfecta (entiéndase de cine) no existe y que hay que saber distinguir entre realidad y ficción, del mismo modo que aceptamos que la mayoría de relaciones sexuales no son como en el cine X (la mayoría, aunque no todas). Ni nadie se enamora tan rápido como Tom Hanks y Meg Ryan, ni todas las relaciones terminan como las de Patrick Swayze y Demi Moore, Jack Nicholson y Helen Hunt o Julia Roberts y Richard Gere. Y lo de adivinar qué quiere tu pareja con solo mirarla, no se consigue antes del primer corte publicitario: en ocasiones pasan años hasta lograrlo.
Si quieres participar en el nuevo estudio, puedes completar desde aquí el cuestionario (en inglés). Si prefieres buscar a tu príncipe azul, piensa que tardarás en encontrarlo... y que a lo mejor no es tan azul.
Visto en: La Vanguardia
Archivado en: Tarde de cine y Vida social
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martes, 16 de diciembre de 2008
Las comedias románticas, culpables del fracaso amoroso
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