jueves, 4 de junio de 2009

David Carradine (1936-2009)

Pequeño saltamontes

David Carradine (John Arthur Carradine), conocido por su papel del pequeño saltamontes en la serie de televisión Kung Fu (1972-1975) y, más recientemente, en Kung Fu, la leyenda continúa (1996-1997) o en Kill Bill (2003-2004), ha fallecido hoy en Tailandia.

El actor, que se hizo famoso como el monje shaolín chino-estadounidense Kwai Chang Caine, ha sido encontrado en un hotel de Bangkok. Se hallaba en la ciudad tailandesa rodando la película Stretch, de Charles de Meaux.

Carradine vivió tras la cámara durante 45 años, apareció en 118 películas, 32 obras, 27 miniseries para televisón, intervino en más de 35 series (Medium, Mental, Alias, Ironside, Alfred Hichkock presenta, La doctora Queen...) y protagonizó otras tres. Tras las cámaras, fue productor, director, guionista y compositor.
Su experiencia en el cine le sirvió también para publicar dos libros sobre artes marciales.

Más fotografías y títulos en la página de David Carradine en IMDb

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1 comentarios:

Elio Milay dijo...

el actor de 72 años pudo ser víctima de una peligrosa práctica sexual conocida como asfixia autoerótica, que consiste en cortar momentáneamente el suministro de oxígeno al cerebro para acentuar el efecto de un orgasmo.
El cuerpo de Carradine fue hallado el jueves por una mucama en una suite de lujo del hotel Swissotel Nai Lert Park de Bangkok, dijo el gerente, Aurelio Giraudo. La policía llegó poco después.
"Cuando llegué, vi el cuerpo con una cuerda atada al cuello y también a la muñeca", dijo el coronel de policía Somprasong Yenthuam, jefe de la comisaría de Lumpini, que tiene a su cargo el caso.
Otro oficial, el teniente general de la policía Worapong Chewprecha, dijo a los reporteros que el cadáver del actor tenía una cuerda "atada alrededor del pene y otra cuerda alrededor del cuello".
"Las dos cuerdas estaban atadas una a la otra", añadió. "No está claro si se suicidó o no, o si murió asfixiado o por un problema cardíaco debido a un orgasmo".

Bueno, él era muy hippie, así que podemos decir que siempre es mejor morir haciendo el amor que haciendo la guerra. Aunque sea haciendo el amor con uno mismo y de manera tan extravagante...

Por si acaso, procuraré no imitarle nunca. Sobre todo a edades avanzadas.

Oye, ya vi la sección de seguidores de tu blog ahí debajo y me uní. El otro día añadí un enlace en mi blog, pero hoy que me curé del despiste y he hecho la tarea completa.

Un placer seguirte. Saludos.