Los recursos naturales no son gratuitos, y hay que hacer un buen uso de ellos, porque tampoco son eternos. El agua es uno de esos recursos.
Llevan unos meses avisando de posibles restricciones en Cataluña. No llueve y regamos por inundación, llenamos las piscinas y lavamos el coche en el jardín. Hay gente a quien no le importa, pero hay mucha otra a quien sí. No le importa a quien sabe que hay una fuga en una canalización desde hace treinta años y sí en cambio a los habitantes de la ciudad de Barcelona, que han reducido el consumo de agua a 104 litros por persona y día, el mismo nivel que gastan muchas ciudades africanas. Supongo que no sólo por miedo a la restricción, sino por un poco de sensibilidad ecologista.
El otro día en Rac1, en una entrevista a Francisco Narváez, presidente de la Entidad Metropolitana de Medio Ambiente y regidor del Ayuntamiento de Barcelona, se aseguraba que en el área metropolitana se consumen 109 litros por persona y día, y que el nivel actual está asegurado hasta un gasto de 180 litros. El agua, pues, está garantizada hasta Navidad. Eso sí, aprovechando el riego condal, las aguas freáticas, los pozos cercanos a la ciudad y preparando el puerto para la llegada de agua.
Hoy, en La Vanguardia, leo que "una familia de Tarragona ofrece agua gratis de su macropozo familiar para Barcelona. Podría entregar 500.000 litros la hora".
Joan Boronat, propietario del Pou Boronat de Tarragona, ha propuesto utilizar el agua de su pozo para abastecer Barcelona. La situación de sequía que atraviesa Catalunya se vería en parte salvada por esta familia, que abastecerían de agua la ciudad condal en el momento en que empiecen las restricciones y que los pantanos de la cuenca Ter-Llobregat estén por debajo del 20% de su capacidad.
El pozo se encuentra a 200 mde una cañería que conecta con el punto de carga de los barcos del puerto de Tarragona "que es donde se cargaban los barcos que llevaban agua a Mallorca y ahora se podría hacer lo mismo para llevar agua hasta Barcelona", dice Boronat. Este acto de solidaridad ya lo había hecho antes la familia. Según su propietario, el pozo ha "suministrado 500.000 litros por hora, las 24 horas del día, los 365 días del año durante 40 años sin que esta cantidad representara una bajada de los niveles de agua de otros pozos de la zona ni hubiera problemas de convivencia con ninguna comunidad de riego".
No se trata de una acción lucrativa, sino que ofrecen su ayuda al país. A pesar de que la Ley de Aguas no permite que un particular suministre agua directamente al consumidor, Joan Boronat tiene claro que "estamos ante una situación de total emergencia y hacen falta soluciones rápidas y efectivas, pero también económicas".
Sabemos que el consumo en la capital no se puede reducir más. Pero sí en el resto de Catalunya. Aprovechemos el maravilloso ofrecimiento de esta familia y no dejemos correr el grifo mientras nos cepillamos los dientes. Y visto de otra manera, un poco de polvo al coche tampoco le queda tan mal.
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